Me encanta ayudar a otros negocios a mejorar su captación, a madurar las ventas y a cerrarlas.
Pero.
Antes, tengo que saber algo que es imprescindible para ponerme a escribir una sola palabra.
Te cuento qué es.
Esta mañana ha sonado el despertador, como todas las mañanas de lunes a viernes, a las 7:30.
Mi peque últimamente se hace la remolona, pero hoy ha sido diferente.
—¿Qué pone en el horario que me toca, mami? —preguntaba desde debajo del edredón y con voz de estar aún medio dormida.
—Inglés, EPV…
—¡Bien! —ha gritado, y se ha levantado de un salto de la cama.
EPV.
¿Qué demonios es EPV? Me lo preguntaba mientras oía la conversación desde la habitación de al lado.
—¡Plástica!
Para que te hagas una idea, otros días casi hay que levantarla con una grúa de la cama y guiarla como si aún tuviera 3 años, de tarea en tarea, hasta que sale por la puerta de casa y empieza a ser una personita.
Pero hoy no. Hoy, después de salir de la cama, se ha ido directa al baño. Luego, se ha tomado un huevo revuelto para desayunar, sin rechistar. Ha preguntado enérgica si se lavaba la cara con jabón.
—Y los dientes antes, mami.
Se ha puesto los leotardos y ha terminado de vestirse sola. Y ha tenido que esperar a su madre cinco minutos para salir hacia el cole.
Lo nunca visto, vamos.
Si tienes hijos, ya sabes cuáles son las palabras o letras mágicas para tener una mañana sobre ruedas.
Y si tu pareja es de esas a las que no se les puede ni mirar antes del café, puedes probar a ver. Nunca se sabe.
De lo que sí estoy seguro es de que lo primero que debe preocuparte antes de escribir una sola palabra para tu web, emails o páginas de venta es conocer a fondo las motivaciones o problemas que mueven a tu cliente.
Si es para sacarlos o meterlos en la cama, ya es cosa tuya. Yo no me meto en lo que vendes. Solo te ayudo a conseguirlo. Cobrando, por supuesto.
Un saludo,
Víctor
PD. puedes apuntarte a un mini curso de copy. Es gratis. Abajo.
